Los castillos de arena cobran un gran protagonismo durante el verano, una época perfecta para crear pequeñas obras de arte en la playa junto a amigos y familiares.
Y, aunque no hace falta ser pequeño para realizar esta actividad playera, no hay duda de que los niños son quienes más disfrutan de los castillos de arena.
No obstante, los juegos de este tipo no solo son magníficos para gozar de instantes inolvidables plagados de risas y diversión, ya que los castillos de arena ofrecen otros muchos beneficios.
En Wikiduca nos encanta que los peques lo pasen pipa durante el verano, que tengan la oportunidad de aprender jugando y que realicen actividades que cuenten con un sinfín de ventajas.
Es por ello que, en esta ocasión, hemos recopilado algunos de los beneficios de hacer castillos de arena, ya que esta acción se encuentra plagada de virtudes para los niños que hacen que los días en la playa sean todavía más entretenidos, amenos y saludables.
10 beneficios de hacer castillos de arena para los niños
¿A vuestros les hijos les encanta hacer castillos en la arena? ¡Entonces estáis de suerte!, ya que esta actividad posee muchos beneficios para la salud de los niños.
Potenciar el desarrollo cognitivo
Cuando los peques se animan a hacer castillos de arena en la playa, el parque o el jardín tienen la oportunidad de ejercitar el cerebro y estimular el desarrollo cognitivo.
Esto es debido a que los niños deben poner en marcha sus habilidades estratégicas para dar vida a castillos cuya estructura permita que se mantengan en pie durante horas pese al azote de la brisa y al roce del agua del mar.
Si queréis estimular aún más el desarrollo cognitivo de los peques durante las jornadas en la playa podéis combinar la creación de castillos de arena con el juego de cartas de Wikiduca.
Se trata de un pasatiempo educativo que cuenta con un tablero plegable que se puede transportar con total comodidad y que, además de potenciar el desarrollo cognitivo, mejora la memoria funcional y los conocimientos de aritmética.
Fortalecer los músculos
No hay duda de que, para hacer un castillo de arena que deje a todo el mundo con la boca abierta, los niños deben moverse de un lado a otro constantemente para recoger arena, moldearla y colocarla en los lugares idóneos.
Esto provoca que los peques quemen calorías, huyan del sobrepeso y la obesidad, fortalezcan los huesos y los músculos y puedan crecer sanos y fuertes.
Dar rienda suelta a la imaginación
Torres, puentes, ríos, laberintos, escaleras, fosos… Son muchos los elementos que pueden formar parte de un castillo de arena.
La elección de unos u otros depende de cada peque y de su imaginación, por lo que podemos decir que hacer castillos de arena es una actividad perfecta para desarrollar la creatividad y la fantasía de los más pequeños de la casa.
Combatir las gripes y resfriados
Cuando un niño hace un castillo de arena en la playa se beneficia de las múltiples virtudes de la brisa marina y del agua salada, que contienen minerales capaces de favorecer la expulsión de toxinas de los pulmones y de acelerar la curación de gripes y resfriados.
Sin embargo, los beneficios de la playa no acaban aquí, ya que este mágico lugar también es fabuloso para relajar el cuerpo y la mente, acelerar la cicatrización de las heridas y abrir el apetito.
Desarrollar la motricidad fina
A la hora de diseñar los torreones, dibujar ventanas o abrir paso a los ríos y lagos del castillo los peques deben usar sus deditos para definir los detalles que distinguirán su pequeña obra de arte del resto, lo que se traduce en un desarrollo de la motricidad fina.
Hacer amigos
Son muchas las ocasiones en las que varios niños deciden, tras ver a un grupo de peques haciendo un gran castillo de arena, unirse a ellos para ayudarles y conseguir dar vida a un palacio de lo más espectacular.
Es por ello que podemos decir que hacer castillos de arena en la playa es también una forma estupenda de conocer gente, hacer nuevos amigos y desarrollar las habilidades sociales.
Aprender nuevas palabras
Torres, pasadizos secretos, laberintos, los aposentos de los reyes, fosos llenos de cocodrilos, espadas, escudos… Son muchos los elementos que podemos encontrar en un castillo y que pueden ayudar a los niños a aprender nuevas palabras y a ampliar su vocabulario.
Descubrir las maravillas de la naturaleza
Al hacer castillos en la arena mientras sienten la brisa marina y el choque de las olas contra su piel, los peques son capaces de descubrir las maravillas de la naturaleza y la importancia de respetar el medio ambiente y de cuidar el planeta en el que vivimos.
Cuidar la piel
La arena de la playa actúa como un exfoliante natural debido a que se ocupa de arrastrar las células muertas, de activar la circulación de la sangre y de dejar la piel tan suave como la seda.
Pasarlo de maravilla
No hay duda de que uno de los mayores beneficios de hacer castillos en la arena es la diversión.
Y es que los peques lo pasan pipa mientras diseñan y crean estos palacios naturales que no solo tienen cabida en las playas del mundo entero, sino también en los parques, terrazas y jardines.
¡Solo hace falta arena, un cubo, agua y grandes dosis de imaginación para crear castillos de arena dignos de los más bellos cuentos de hadas!
¿Conocíais los beneficios de hacer castillos de arena? Recordad que, para aprovechar al máximo sus bondades, será muy importante que protejáis la piel de los peques con una loción solar que evite la aparición de quemaduras durante los meses de verano.