Son muchos los jóvenes que deciden estudiar en la biblioteca cuando necesitan realizar una actividad de clase o preparar sus exámenes.
Otros, en cambio, prefieren aprender en casa y adquirir nuevos conocimientos en la comodidad de su propio hogar.
Aunque ambas opciones cuentan con múltiples ventajas, en esta ocasión vamos a centrarnos en los beneficios de estudiar en la biblioteca, una práctica por la que se decantan multitud de estudiantes.
Diferenciar entre estudio y placer
Al salir de casa para estudiar en la biblioteca los chicos y chicas tienen la oportunidad de establecer una gran diferencia entre el trabajo y el placer.
Mientras que la biblioteca se convierte en la zona de estudio y aprendizaje, el hogar pasa a ser el espacio en el que se relajan y dejan a un lado las labores propias de la escuela o la universidad.
Estudiar en la biblioteca para compartir conocimientos con otras personas
Es importante que las personas que pasan largas horas frente a los libros o el ordenador descansen unos instantes cada 60 minutos para despejar la mente y combatir el cansancio.
Es en esos descansos cuando los estudiantes que acuden a la biblioteca tienen la oportunidad de compartir conocimientos, de hacer amigos y de aprender cosas nuevas al conversar con otras personas que también están preparando sus exámenes.
El estudio llama al estudio
El silencio, el silbido de las páginas de los libros al pasar y el hecho de compartir una sala en la que todos los asistentes están estudiando invita al estudio y al aprendizaje.
Es por ello que las bibliotecas se convierten en el enclave idóneo para aprender y memorizar lecciones.
Menos distracciones
A pesar de que estudiar en casa cuenta con una amplia variedad de ventajas, eliminar las distracciones suele resultar más sencillo al estudiar en la biblioteca.
Un espacio donde los jóvenes no se sienten tentados a picar algo en la cocina, mirar la televisión o hablar por teléfono.
Material didáctico al alcance de la mano
Es habitual que los estudiantes necesiten consultar un libro o manual en más de una ocasión mientras estudian.
Pese a que internet se ha convertido en una potentísima fuente de información, las bibliotecas permiten acceder de manera inmediata a un sinfín de manuales y documentos de gran calidad sobre materias de lo más diversas.
Y vosotros, ¿preferiríais estudiar en la biblioteca u optar por aprender en casa?
Cómo conseguir que los niños hagan los deberes
Son muchos los padres y madres que buscan trucos y consejos que les ayuden a conseguir que los niños hagan los deberes después de clase.
Algo que no siempre es sencillo, ya que, al salir del colegio, los peques vuelven a casa cansados y con ganas de dedicar el tiempo libre a sus juegos favoritos.
No obstante, siguiendo algunas pautas todos podemos conseguir que los niños hagan los deberes sin que esta labor se convierta en una auténtica odisea. ¡Aquí tenéis algunos consejos!
- La importancia de aprender jugando. Si queréis conseguir que los niños hagan los deberes, ¿por qué no les demostráis que aprender puede ser muy divertido? Para ello, podéis recurrir al videojuego de Wikiduca, perfecto para aprender inglés rescatando a unos simpáticos personajes llamados Kidus a través de duelos de sabiduría en lengua anglosajona.
- Hay que merendar bien. La merienda es una comida muy importante, ya que ayuda a los peques a reponer fuerzas para continuar estudiando en casa después de la escuela. Si queréis que llene su organismo de energía deberá estar compuesta de cereales, frutas y chocolate.
- Fomentar las ganas de aprender en un espacio agradable. Contar con una sala de estudio tranquila, cómoda y confortable puede animar a los estudiantes y motivarles a estudiar cada día. Para disfrutar de un espacio agradable podéis decorar una de las estancias de vuestro hogar con un amplio escritorio, una silla que cuide la espalda del chiquitín, una lámpara que no dañe su salud visual y algunos cuadros que le den un toque de color y alegría.
No obstante, estos no son los únicos aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de ambientar el cuarto de estudio. Seguid leyendo y descubrid otras de las características que deberéis valorar al crear una sala dedicada al aprendizaje.
Trucos para ambientar el cuarto de estudio
Si vuestros hijos han optado por hacer los deberes en casa en lugar de estudiar en la biblioteca o, simplemente, alternan ambas localizaciones, será importante que conozcáis estos trucos a la hora de ambientar el cuarto de estudio:
Una temperatura agradable. Los espacios demasiado calurosos o excesivamente fríos impiden la concentración. Es por ello que, a la hora de ambientar el cuarto de estudio, deberéis prestar una especial atención a este aspecto y conseguir que la temperatura se sitúe entre los 16 y los 22 grados centígrados.
El color de las paredes. Aunque pueda parecer un detalle sin importancia, la tonalidad de las paredes puede ayudar a los estudiantes a concentrarse y a realizar mejor sus tareas escolares. En este sentido, los colores más apropiados y agradables para los sentidos suelen ser los lilas, verdes y azules pastel.
Una estantería llena de libros. Los libros son sinónimo de información, estudio, conocimiento… De ahí la importancia de ambientar el cuarto de estudio de los niños con enciclopedias, diccionarios y obras que les ayuden a ampliar sus conocimientos.
Consejos para crear hábitos de estudio en los niños
Ahora que ya sabéis qué hacer para conseguir que los niños hagan los deberes, el siguiente paso será crear hábitos de estudio.
Algo fundamental para que los estudiantes tengan ganas de aprender y de adquirir nuevos conocimientos todos los días.
¡Animaos a crear hábitos de estudio entre los pequeñines poniendo en práctica estos consejos! Y recordad que podréis conocer los beneficios de crear hábitos de estudio en los peques leyendo el post Consejos para fomentar hábitos de estudio en los niños.
Una buena organización: si ayudáis a vuestros hijos a establecer un orden de realización de los deberes y a destinar un tiempo determinado para cada tarea aprenderán a organizarse de maravilla desde chiquitines, lo que les dará la oportunidad de hacer montones de cosas a lo largo del día.
Lo más difícil primero: después de varias horas haciendo deberes, los niños se sienten fatigados. Es por ello que realizar las tareas más complicadas en primer lugar puede ser una buena idea. De este modo, las labores más sencillas quedan para el final del día y los peques pueden desempeñarlas a la perfección a pesar del cansancio.
Aprender de una forma muy divertida en los mejores museos de Reino Unido
Pese a que estudiar en la biblioteca tiene muchas ventajas, sobre todo cuando se combina con sesiones en un magnífico cuarto de estudio, también existe la posibilidad de aprender en muchos otros lugares como, por ejemplo, en los mejores museos de Reino Unido.
Unos enclaves donde la belleza, la cultura y el arte se dan cita para cautivar a grandes y pequeños y para animar a los más chiquitines de la casa a aprender jugando y a descubrir la lengua inglesa.
¿Aún no habéis visitado los mejores museos de Reino Unido? ¡Cualquier momento es bueno para hacerlo!
- National Museum of Scotland, Edimburgo. La naturaleza es la protagonista de este museo ubicado en Edimburgo. Y es que, en sus instalaciones, los visitantes tienen la oportunidad de descubrir el mundo animal y vegetal e, incluso, de contemplar el gigantesco cráneo de una ballena o el molde del esqueleto de un Tiranosaurio Rex a tamaño real.
- Tate Modern, Londres. Situado en una antigua central eléctrica ubicada en la ribera del río Támesis, el Tate Modern se ha convertido en uno de los mejores museos de Reino Unido y en un lugar de obligada visita para los forofos del arte contemporáneo.
- V & A Museum of Childhood, Londres. En la capital de Inglaterra también es posible visitar el V & A Museum of Childhood, o lo que es lo mismo, el Museo de la Infancia. Un lugar que cautiva a los peques al albergar, entre sus paredes, casas de muñecas, osos de peluche y juguetes de otras épocas.
¿Os animáis a visitar los mejores museos de Reino Unido y a mejorar los conocimientos de inglés de vuestros hijos?