Los juegos para fomentar la empatía en los niños tienen como misión conseguir que los peques aprendan a ponerse en el lugar de los demás a través de actividades amenas y divertidas.
De este modo tienen la oportunidad de saber cómo se sienten las personas de su alrededor cuando se llevan a cabo determinadas acciones y a conocer mejor sus sentimientos.
¿Por qué es importante fomentar la empatía en los niños?
Si os animáis a fomentar la empatía en los niños a través del juego conseguiréis que los peques se conviertan en personas empáticas desde una temprana edad, algo muy beneficioso para ellos debido a que la empatía:
- Permite conectar con otras personas en solo unos segundos debido a que los niños y adultos empáticos saben lo que sienten los demás enseguida, lo que hace que quienes se encuentran a su alrededor estén muy cómodos en su compañía.
- Nos ayuda a ser más respetuosos debido a que, cuando sabemos ponernos en la situación de los demás, tendemos a no llevar a cabo aquellas acciones que serían desagradables para nosotros.
- Favorece el aprendizaje, ya que a las personas empáticas les gusta escuchar a los demás para saber cómo se sienten, qué piensan o qué les gusta, lo que permite adquirir conocimientos día tras día y conocer otras costumbres y culturas.
- Convierte a grandes y pequeños en personas más generosas, sociables e interesadas en ayudar a quienes más lo necesitan.
Juegos para fomentar la empatía en los niños
Ahora que conocéis los beneficios más destacados de la empatía os invitamos a descubrir y probar estos juegos para fomentar la empatía en los niños. ¡Son sencillos, amenos y divertidos!
Hacer una escultura de sentimientos
La meta de los juegos de empatía es conseguir que los niños aprendan a identificar las emociones y a saber qué sienten las personas de su alrededor.
Para ello podéis recurrir a un juego de esculturas humanas. Solo tenéis que escribir diversos sentimientos en varios trocitos de papel, como por ejemplo alegría, tristeza, euforia, melancolía, ansiedad, nerviosismo, etc.
Hecho esto doblad los papeles para que no se vea lo que habéis escrito en cada uno de ellos y colocadlos dentro de una bolsa. Elegid a uno de los niños para que coja un papelito. Este deberá leer la emoción en voz baja e interpretarla con su propio cuerpo sin decir ni una sola palabra para que los demás intenten adivinar de qué sentimiento se trata. El peque que acierte se convertirá en el siguiente “escultor”, es decir, en el niño que interpretará la siguiente emoción.
Como veis, se trata de un juego para fomentar la empatía de lo más sencillo que ayudará a los peques a saber qué sienten las personas con solo fijarse en su expresión facial y corporal.
Jugar a ponerse en el lugar de los demás
Este juego hará las delicias de vuestros hijos o alumnos debido a que combina empatía con diversión, risas, disfraces e interpretación.
Su objetivo se centra en conseguir que los niños aprendan a ponerse en el lugar de otras personas mientras lo pasan pipa. Para ponerlo en práctica tendréis que haceros con varias tarjetas u hojas de papel y escribir un personaje en cada una de ellas.
Recordad que los niños deben conocer a las personas que escojáis, que pueden ser su padre, su madre, su hermano, su mejor amigo, el dependiente de su juguetería favorita o ese profesor que tanto les gusta, por ejemplo.
Tras escribir los nombres de varios personajes (sin que los niños los vean) deberéis colocar las tarjetas boca abajo sobre una mesa e invitar a cada peque a escoger un tarjetón y a leerlo en voz baja y sin que nadie se entere.
El juego consiste en que cada participante interprete al personaje de su tarjeta vistiéndose como él y hablando, comportándose y moviéndose de la misma forma, lo que llevará a los niños y niñas a ponerse en el lugar de otras personas y a fomentar su empatía casi sin darse cuenta.
Para facilitar el juego podéis elegir una situación propia de la vida cotidiana (como puede ser ir a la panadería o hacer una llamada telefónica) y animar a los niños a desarrollarla tal como lo haría el personaje al que están interpretando. Después de cada interpretación el resto de participantes deberá adivinar a quién está imitando cada jugador.
¿Cómo se sienten los demás?
Para poner en práctica este juego de empatía necesitaréis fotografías, dibujos e imágenes de caras que reflejen diversas emociones, tales como felicidad, tristeza, enfado, sorpresa, cariño o miedo, por ejemplo. Recordad que encontraréis imágenes que os podrán ser de ayuda en la sección de dibujos para colorear de Wikiduca.
¿Ya tenéis en vuestro poder varias fotos de caras que muestran diferentes tipos de emociones? Entonces el siguiente paso será pedir a los pequeñines de la casa que describan los sentimientos que, según ellos, refleja cada uno de los rostros que habéis elegido y que expliquen por qué piensan que esas personas se sienten de esa forma.
Gracias a este sencillo y entretenido juego los niños podrán averiguar qué sentimientos muestran las caras de las personas de su alrededor y sabrán cómo se sienten, lo que estimulará su empatía desde chiquitines.
¿Qué opináis sobre estos sencillos y entretenidos juegos para fomentar la empatía en los niños? Recordad que podéis modificar las normas para transformarlos en actividades aún más amenas y divertidas y que el límite está en vuestra imaginación y en la de vuestros peques.