Saber cómo trabajar las emociones de los adolescentes suele cobrar una gran relevancia en la vida de los padres y madres que tienen hijos de entre 14 y 19 años de edad.
No obstante, conocer las mejores técnicas para tratar del modo correcto a los chicos y chicas que atraviesan esta época de su vida puede convertirse en algo bastante complicado para muchos progenitores.
Por eso hemos recurrido a la ayuda de las personas que forman parte de Youthcamp, un campamento de verano donde trabajan profesionales orientados al desarrollo de las habilidades personales y de liderazgo de los adolescentes.
Los miembros de esta iniciativa han decidido ayudar a los padres poniendo a su disposición un total de siete ejercicios centrados en trabajar las emociones de los adolescentes.
En Wikiduca os animamos a conocerlos, a aplicarlos y a combinarlos con el uso de algunas apps diseñadas para mejorar el funcionamiento del cerebro.
Cómo trabajar la inteligencia emocional de niños y adolescentes
Si nos centramos en la definición de inteligencia emocional, vemos que se trata de la capacidad de los seres humanos para gestionar, comprender y manejar sus propias emociones.
Las personas que tienen una intensidad emocional alta tienden a expresar sus emociones y sentimientos con más énfasis que el resto, lo que hace que, para ellas, sea muy importante saber cómo gestionarlas cuando están enfadadas, frustradas o se sienten mal.
El equipo de Youthcamp señala que desarrollar la destreza suficiente para gestionar y controlar la inteligencia emocional solo es cuestión de tiempo, paciencia, esfuerzo y práctica.
Una de las claves para obtener excelentes resultados se centra en enseñar a los niños que las emociones no son buenas o malas y que no necesitan juzgarlas, sino tan solo sentirlas para identificar si son cómodas o incómodas.
Para llegar a ese punto, nada mejor que seguir los consejos para trabajar las emociones de los adolescentes propuestos por los profesionales de Youthcamp:
Plasmar las emociones sobre un papel
Una de las primeras recomendaciones del equipo de Youthcamp consiste en anotar cinco emociones básicas sobre un papel, tarjeta o nota adhesiva, así como varias palabras que se puedan identificar con situaciones cotidianas.
Hecho esto, el siguiente paso se centraría en hablar con los adolescentes sobre cada una de las emociones y en determinar dónde podrían encajar las palabras en la categoría de situaciones.
Dar respuesta a varias preguntas
Si estáis buscando ejercicios para trabajar las emociones de los adolescentes también será interesante que respondáis a las siguientes preguntas y que las uséis para hacer comprender a vuestros hijos sus emociones:
- ¿Cómo afectan mis estados de ánimo a mis pensamientos y toma de decisiones?
- ¿Cómo describiría mi estilo de comunicación y su efecto en los demás?
- ¿Qué rasgos en los demás me molestan y por qué?
- ¿Me resulta difícil admitir que estoy equivocado? ¿Por qué o por qué no?
- ¿Cuáles son mis puntos fuertes?
- ¿Cuáles son mis debilidades?
Recurrir al vocabulario emocional
El equipo de Youthcamp también considera interesante animar a niños y jóvenes a utilizar un vocabulario específico a la hora de describir sus sentimientos y emociones.
De este modo, resulta mucho más sencillo conocer las causas concretas de esas sensaciones y lidiar mejor con ellas y con los sentimientos que generan.
Aprender a calmarse
Es frecuente que, cuando tiene lugar una situación que genera emociones especialmente fuertes, tales como estrés o ansiedad, por ejemplo, las personas respondamos de un modo muy emocional y, en ocasiones, no tomemos las decisiones apropiadas.
Por eso también es recomendable que los padres animen a sus hijos a tomarse un descanso cuando ven que están empezando a responder de forma emocional a una situación.
Salir a dar un paseo o sumergirse en la lectura de un libro pueden ser algunas prácticas apropiadas para calmarse, relajarse y llegar a unas conclusiones más racionales y menos emocionales.
El truco de los tres segundos
Cuando se da respuesta a una pregunta con demasiada rapidez, se corre el riesgo de proporcionar un argumento erróneo del cual es fácil arrepentirse tiempo después.
De ahí la importancia de trabajar las emociones de los adolescentes enseñándoles el truco de los tres segundos, consistente en formularse las siguientes cuestiones: ¿es necesario decir esto?; ¿es necesario que lo diga yo?; ¿necesito decir esto ahora?
Saber decir que no
Aunque la amabilidad y el respeto son dos valores de vital importancia en la vida de cualquier ser humano, también es fundamental enseñar a los niños a establecer unos límites.
Lo mejor es hablar con ellos y ponerles ejemplos de situaciones en las que, si respondemos "sí" a todas las solicitudes, podemos elegir el camino del agotamiento y gastar nuestro tiempo y energía.
También es interesante que los jóvenes tengan en cuenta que, cada vez que dicen que sí a algo que en realidad no quieren, están diciendo que no a cosas que sí desean.
Aprender de las opiniones negativas
Es frecuente que algunas personas se hundan cuando reciben una crítica, opinión o comentario negativo. Sin embargo, si os animáis atrabajar las emociones de los adolescentes les podréis enseñar a dejar a un lado los sentimientos personales y a descubrir qué pueden aprender de esas opiniones y cómo pueden usarlas para mejorar, crecer y madurar.
No olvidéis que estos siete ejercicios os darán la oportunidad de trabajar las emociones de vuestros hijos tanto si todavía son niños como si ya han alcanzado la etapa de la adolescencia.
Si os interesa todo lo relacionado con la inteligencia emocional también os gustará conocer a Iam, un muñeco que trabaja la identidad y la búsqueda de valores entre los más pequeños.