Los cuadernos de estudio clásicos fueron, durante mucho tiempo, de lo más temidos por los niños que querían disfrutar al máximo de sus vacaciones escolares.
Por suerte, las nuevas tecnologías han propiciado la creación de aplicaciones móviles que permiten repasar en verano lo aprendido en clase de una forma mucho más amena, entretenida y divertida.