Los acertijos y adivinanzas tienen un toque de misterio que suele fascinar a los niños y que les anima a buscar la solución a los problemas que se les plantean mientras dan rienda suelta a la imaginación.
Es por ello que este tipo de enigmas no solo son geniales para pasar un rato divertido en familia o en compañía de los amigos, sino también para poner en marcha el cerebro y cuidar la salud mental.