Parece mentira que una acción tan sencilla como andar sea capaz de mejorar el funcionamiento del cerebro.
Pero así lo ha demostrado un estudio llevado a cabo por varios miembros de la Universidad de Granada, la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Zaragoza y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid cuyos resultados han sido publicados en la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine.