Contar con una sala de juegos en la que desarrollar la creatividad y la imaginación y pasarlo en grande es algo con lo que sueñan todos los niños.
Los juegos son fantásticos para aprender, para pasar un rato divertido, para compartir momentos de alegría junto a amigos y familiares e, incluso, para mejorar la salud.
Una tiza, una piedra y un trocito de suelo. Esto es lo que se necesita para disfrutar de la rayuela, un pasatiempo ideal para aprender jugando que nació hace cientos de años.