Cada vez son más los estudios que demuestran que el ejercicio físico no solo es capaz de mejorar la apariencia y el funcionamiento del corazón, sino también la salud emocional y la felicidad de pequeños y mayores.
Fomentar la felicidad de los peques y conseguir que crezcan con alegría y una sonrisa en los labios es de gran importancia para todos los padres.