Trucos para conseguir que los niños coman frutas y verduras
Conseguir que los niños coman frutas y verduras es el objetivo de multitud de padres y madres que desean que sus hijos lleven una dieta sana y equilibrada y gocen de una salud de hierro.
Sin embargo, el brócoli, el pimiento, la zanahoria, el plátano, la piña y otros ingredientes similares no siempre son del agrado de los más chiquitines de la casa.
Entonces, ¿qué pueden hacer los padres para conseguir que los niños coman frutas y verduras? Por suerte existen algunos trucos que os ayudarán a introducir estos productos en su alimentación y a lograr que los peques se beneficien de sus bondades, entre las que destacan las siguientes:
- Son ricas en agua, por lo que previenen la retención de líquidos y la deshidratación.
- Su bajo nivel calórico las convierte en los ingredientes perfectos para evitar la aparición de sobrepeso y obesidad, dos dolencias que pueden traer consigo la aparición de enfermedades del corazón.
- Contienen vitaminas y minerales capaces de fortalecer el sistema inmunológico, de aumentar las defensas y de prevenir la aparición de muchas afecciones.
- Combaten el estreñimiento debido a su riqueza en fibra, una sustancia que está presente en la gran mayoría de frutas y verduras.
- Llenan el organismo de energía y ayudan a los peques a afrontar las clases, los exámenes, los deberes, los juegos y las actividades extraescolares con mucha vitalidad.
Trucos para conseguir que los niños coman frutas y verduras
Como habéis podido comprobar tras la lectura del apartado anterior, las frutas y verduras cuentan con muchísimos beneficios para la salud de grandes y pequeños.
Pero, ¿qué pueden hacer los padres para conseguir que los niños coman frutas y verduras? En Wikiduca os proponemos algunos trucos que os ayudarán a incluir estos saludables ingredientes en la dieta diaria de vuestros pequeñines.
Acostumbrarles desde pequeños
Si acostumbráis a vuestros hijos a comer frutas y verduras desde una temprana edad será fácil lograr que les agrade consumir este tipo de ingredientes durante toda su vida.
Y es que, según afirman multitud de expertos en nutrición infantil, es más fácil conseguir que los peques acepten consumir nuevos alimentos cuando tienen entre dos y cuatro años de edad.
No obstante, si vuestros hijos son más mayores no deberéis tirar la toalla, ya que nunca es tarde para animarles a consumir ingredientes sanos y nutritivos.
Prescindir de las papillas
La textura de las papillas no es del todo agradable para muchos chiquillos, lo que les lleva a rechazar el consumo de las frutas y las verduras con las que se elaboran este tipo de platos.
Si queréis conseguir que los niños coman frutas y verduras podéis dejar a un lado las papillas y recurrir a un método llamado Baby Led Weaning, que consiste en ofrecer a los pequeñines las primeras frutas cortadas en finas rodajas que se puedan masticar y tragar con facilidad.
Convertirse en el mejor ejemplo a seguir
Los padres son el mejor referente de cualquier niño, por lo que, si vosotros coméis frutas y verduras a menudo, es muy probable que ellos os acaben imitando y haciendo lo mismo. ¡Convertíos en el mejor ejemplo a seguir!
Colocar frutas y verduras por todas partes
En el frutero, en la nevera, en la despensa… Cualquier rinconcito de la cocina es bueno para colocar frutas y verduras frescas, lavadas y cortadas que vuestros hijos puedan consumir en cualquier momento del día y con absoluta comodidad.
Unos ingredientes muy versátiles
Si las frutas y verduras enteras no suscitan interés entre vuestros chiquitines, debéis saber que existen muchas otras opciones para lograr que los niños consuman estos saludables ingredientes.
Podéis transformarlas en apetecibles zumos, usarlas para elaborar batidos, convertirlas en una deliciosa mermelada casera o cortar varias frutas en pequeños trocitos y dar vida a un llamativa, rica y sana macedonia.
Dar rienda suelta a la imaginación
Son muchas las ocasiones en las que los padres que desean conseguir que los niños coman frutas y verduras deben sacar su lado más imaginativo y derrochar grandes dosis de creatividad.
¿El objetivo? Usar las frutas y verduras que guardan en la cocina para preparar platos que capten la atención de los chiquillos y les animen a consumir estos productos.
Podéis crear platos que parezcan una carita sonriente, tengan la forma del animal favorito de vuestros hijos o se asemejen a la silueta de su personaje de dibujos animados preferido combinando varias frutas y verduras de diferentes colores.
Dejar que sean los niños quienes elijan
Todas las frutas y verduras contienen vitaminas, minerales y otras sustancias beneficiosas para el organismo de niños y adultos. Por eso puede ser interesante que, en lugar de obligar a los peques a consumir unas piezas determinadas, les dejéis escoger las que más les gusten y les animéis a ir probando diferentes ingredientes hasta dar con sus sabores preferidos.
Intentarlo varias veces
Las preferencias alimentarias de las personas tienden a cambiar con el paso de los años. De ahí la importancia de intentar que los niños prueben frutas y verduras con frecuencia, pero siempre intentando no obligarles ni saturarles para evitar que terminen detestándolas.
¿Vais a poner en práctica estos trucos para conseguir que los niños coman frutas y verduras? Si es así recordad que podéis empezar a introducir estos ingredientes en su dieta dándoles a probar calabaza, maíz, guisantes, zanahorias, manzanas o peras, ya que se trata de unos productos muy dulces que les harán sentir ganas de degustar otras muchas frutas y verduras.
No olvidéis tampoco que los pequeñines pueden empezar a comer frutas a partir de los seis meses de edad y que, en esa época, algunas de las más indicadas son el plátano, la uva, la pera, la manzana, el melón y la uva sin pepitas ni piel, entre otras.
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