Corrían los años 80 cuando los lectores españoles empezaron a mostrar un gran interés por las historias conocidas como “Elige tu propia aventura”.
Unas obras que destacaron por su originalidad y por implicar a los amantes de la literatura en los relatos al darles la oportunidad de decidir cómo querían que continuara la historia.
Y es que, en este tipo de novelas, el autor va describiendo los escenarios y los acontecimientos que van teniendo lugar y, en un momento dado, deja que sea el lector quien elija cómo seguirá el relato.
Imaginad, por un momento, que la obra narra la historia de un joven que va caminando por un bosque que, según la leyenda, está encantado y esconde multitud de secretos.
Un ejemplo de una página de “Elige tu propia aventura” podría ser: “mientras caminas entre los árboles descubres un sendero que lleva hasta una cabaña medio derruida. Podría servirte como escondrijo para dormir alejado de los animales del bosque, aunque su aspecto es muy tétrico y no inspira mucha confianza.